MAL GUSTO, ¡TIEMBLA!

FUERZA DE CHOQUE CON BOMBÍN.

Escándalo bochornoso para unos, un gran alivio para otros, lo sucedido en la velada de inauguración de la seventigoquinta o 75º edición del Festival de Canción Ligerilla ha traspasado fronteras y ha sacado a la luz una lucha encomiable: la batalla contra el mal... gusto. Bien es verdad que esto va según las opiniones y hay gente enfurruñada en el salón de casa debido al hecho, pero la realidad es la que sigue: la banda del bombín ha comenzado una lucha contra telebasura, cantarines varios y artistillas en general.

Si se han repuesto de la alegría, continuemos para bingo. No era su primera incursión, pero si ha sido la operación que les ha dado fama. Población de Santa Bisagra del Mar. Micrófonos, refrigerios y demas prepartivos están prestos y dispuestos para celebrar el exitoso ( es de suponer ) festival de la canción ligerilla. Los espectadores esperan ansiosos acomodados en sillas de terraza de chiringuito, un señor hace pruebas de sonido y todo parece dispuesto. Una pizpireta y graciosuela pareja de presentadores de saldo saltan a escena para presentar el concurso y dan paso a la primera actuación, Marimar Enganche cantará para el respetable “ni sintigo ni contí”, una preciosa tonadilla romántica. Las lentejuelas de la joven deslumbran a los asistentes ( alguno tuvo que recibir atención médica a base de colirios, con lo engorroso que resulta ) y comienza su actuación. Transcurridos algunos segundos de canturreo variado hacen aparición nuestros héroes ( disculpen lo poco imparciales que somos en este caso ) que de golpe y batacazo interrumpen el festival, suben al escenario y lo declaran clausurado. El jurado reunido por allí ( menos un integrante que no se enteró bien de la fecha ) se mira estupefacto, y se levantan al unísono a pedir sus dineros y su ración de piscolabis al organizador, que asiste turulato a los hechos. Las personas de bien allí reunidas hacen caso a los recién aparecidos señores , básicamente porque al ir vestidos de traje, bombín y paragüas se les respeta mucho y ponen pies en polvorosa, previo requerimiento del precio de las entradas. Se afirma que desde pueblos colindantes o vecinos se escuchaban los gritos iracundos del productor del evento. Interrumpido de golpe y porrazo el recital y sin solución de continuidad debido a la falta de oyentes, nuestro grupo de aguerridos titanes hacen mutis por el foro en el momento de la llegada de las autoridades, que sólo les queda realizar el gesto reglamentario que debe efectuar cualquier agente del orden en casos de estupor asombroso: mano izquierda a la cintura y derecha levantando la gorra de plato por la visera con un trio de deditos.

Ayuntamiento, Diputación Provincial, sacabilletes y demás sujetos jurídicos o de los otros discuten en estos momentos el reparto de las pérdidas sin que ninguno se atreva a llevarla a casa. Por su parte y para alegría de propios y turistas de esos que se ponen coloraditos en las costas, la banda del bombín ha seguido actuando en los últimos días. Se les ha visto interrumpiendo la inauguración de la exposición “Lienzos en blanco con una pincelada” del reputado artista Juan Luís ( sin apellidos ni nada ) con el consiguiente disgusto del autor. Informan también de la aparición en un restaurante supermodé de mucho plato y poca manduca en la que encerraron al chef superespecial vestido de negro en un horno ( sin encenderlo ni nada, que son justicieros pero no violentos ). Por último, se les espera con temor desde los platós de grabación de programas de “prensa” rosacea, “reality chous” de famosestes venidos a menos con el alquiler por pagar y demás telebasura. Si conoce o trabaja en uno de estos lugares, bien póngase en contacto con su jefe afirmando que está malito o en caso que estos señores le caigan simpáticos, déles una palmadita en la espalda de nuestra parte....porque ... suponemos que este medio estará a salvo...¿no?...señor editor, ¿por qué corre?.

Redactó Guillermo Cable Enrollado, festejador nato.




Periódico gratuito informado del tema, a escasos minutos de que estos señores le clausuren el negocio a ellos también.