martes, 24 de mayo de 2011

FALTANDO LA NOTA.

PLATEA ENFADADA EN EL CONCIERTO DE LA ORQUESTA AFILARMÓNICA DE TOPOLINIO.

Matías Serventesio Jhonsson, crítico musical muy criticado del panfleto Ukeleles Daily.

Caras de media yarda, aspavientos airados y pataleos innecesarios con alto riesgo para la suela cosida han sido vistos en la salida del Tercer Recital de Cuerda, Soplido y Porrazo llevado a cabo en el Kino Koniec de la capital Topolinia. Los asistentes, muy suyos en el tema del honor propio, han llevado a cabo retos con latigazo de guante incluidos a todos los organistas, violinistas, arpistas y optometristas de la citada Afilarmónica, viéndose obligadas las autoridades a habilitar un Duelódromo en las afueras con entrada libre hasta completar el aforo. Todo este malestar del intestino auditivo ha sido propiciado por la falta de uno de los ejecutantes. El responsable del triángulo para más señas acusadoras.

Muchos denostan la crucial importancia del citado instrumento en la amalgama de ritmos, soplidos en boquilla y manejo de cuerdas necesarios en una orquesta. Pero la falta de este acompañamiento cristalino ha dejado huérfana de profundidad aguda, y porqué no decirlo, de la posibilidad de cobrar el cheque por la actuación a la orquesta al completo. Desde el primer instante se registraron toses y carrasperas irregulares en los primeros compases de la pieza de apertura “Mala noche para estar en un risco pelado” de Moussedefuá. Desde la propia educación musical adquirida de leer hasta en dos ocasiones consecutivas el programa los instantes previos a la representación, los asistentes notaron en sus propios firliburlillos auditivos el déficit de notas. Fue entonces cuando el ArchiBarón con ascendente a Duque de la Achicoria levantose con dedo enhiesto y apuntando hacia el escenario gritó “¡que el diablo me lleve de vuelta a mi castillo si ahí no faltare el vil triángulo!” En ningún momento se sospechó que la irrupción pudiera tratarse de una performance, pues los asistentes son fieles creyentes de la clasicidad más añeja y afean el rostro en cuanto algo les huele a modernidad. Uno por uno se alzaron de las butacas los asistentes para constatar dicha falta y si bien no faltaba el instrumento, no aparecía por ningún lado el señor ejecuntante con el palito reglamentario. Interrogado con la mirada, el Duque de la Achicoria apostilló “vamos, ¿ustedes me han entendido lo que he querido decir no?”. Fuentes cercanas a la butaca del Duque comentaron “no pierde ocasión para recordarnos que tiene un castillo”.

Bañado por el foco cenital, grita con pequeña voz quebrada el instrumento. Hemos reclutado un dramaturgo del siglo de Platino para los pies de fotos, la inversión se debe notar por algún sitio oiga.


Pero sin duda el quebranto al honor más grave de los sufridos entre los asistentes fue el recibido por el UpperGeneralem de los grandes ejércitos de la Lechuga Batavia. Invitado al acto como acto de buena voluntad por Topolinia, enemigos perjurados y acérrimos desde el tiempo de los dibujos al natural al fondo de las cavernas a la derecha, con la sana esperanza de poder retirar las catapultas de la frontera y dar un par de fines de semanas libres al la Infantería de Dragones Jubilados. El indígnadísimo general tuvo a bien tomarse a mal el concierto y con un rasgo de manía persecutoria muy de destacar abandonó el palco vociferando “estáis todos en contra mía”. Sus protestas fueron comunicadas al director de la orquesta, al responsable del guardarropa, a su chófer en el pescante de la calesa y por añadidura con todo el que se ha cruzado con él en los últimos días. Episodio no del todo novedoso en la biografía de enfurruñamientos del militar, pero dramatizado en esta ocasión con un histrionismo de tintes cómicos que han hecho las delicias de familiares y arrejuntados.

El Canciller de Topolinia, en mensaje radiado mediante telegramas, se ha excusado del mal resultado del concierto. Ha atribuido a agentes secretos extranjeros de la liga Polinésica-Antártica el secuestro del afamadísimo interprete de triángulo Escaleno Isósceles y ha asegurado que pondrá todos sus efectivos, esto es un perro rastreador con una mota graciosísima en el hocico y un sereno, a dar con el paradero del músico. Soplones a sueldo mínimo intercriminal de este medio de información aseguran que todo se ha tratado de un sueño prolongado del desaparecido, unido a la mala calidad de las pilas de su despertador. Podría estar bien si no fuera porque tiene a las fuerzas alarmadas de dos países rivales buscándole las cosquillas y en este momento declina salir de debajo de la cama, donde ha pedido asilo político. Y a ser posible que le retiren el orinal.

jueves, 19 de mayo de 2011

SÓTANO 71 EXPRESS.


LOS CIENTÍFICOS VUELVEN A MENTIR.

Chafarderos Descarados Ltd.

¡Y otra vez! Si es que no paran. Los científicos han vuelto a ser pillados en mitad de una trola. Según testigos financiados por esta casa, incluso en el momento de ser descubiertos podían estar ataviados con vestidos de faralaes y portando cacerolas, hecho este no demostrado pero, una vez publicado, a ver quién es el guapo que lo borra de los monitores. Nosotros no.

El equipo del Doctor Argamaso Palanca había publicado en la prestigiosa revista “Muebles de Interior” los resultados arrojados por la investigación que llevaban a cabo con fines presuntamente comunistas. Tras irradiar unas lechugas con un compuesto radiológico, habían logrado convertir a uno de estos vegetales en un prestigioso columnista y tertuliano de postín, con zapato naútico, gafas de pasta, piquito de pañuelo en la pechera y todos los complementos de costumbre. Tal era su afan de notoriedad que lograron sentarlo en la silla de una tertulia repleta de personajes afines al entorno ideológico de la extrema-arriba.

El vegetal en cuestión, en el transcurso de la charla debate, solo intervino en dos ocasiones: una para afirmar “no, si eso es como todo” y a tres minutos del final, en las consideraciones finales, para dar la razón a su compañero de asiento, Delegado del Gobierno en Asuntos Nimios. Quedó demostrado con ello que la citada lechuga no era más que un presunto entendido más con poca idea de nada.

Tras unos palmetazos en las manos, el Doctor Argamaso ha declarado “no lo vuelvo a hacer”. Lo tendremos vigilado por si vuelve a hacer de las suyas. ¡Haga de las nuestras, papanatas!

martes, 3 de mayo de 2011

FUROR INTERINO.


EXPRESIONES SENSUALES CAUSAN ESTUPOR Y DESCOCOS.

Enrique Pliunesmayer. Crónica Judicial.

Escándalo mayúsculo con tilde en la “a” el vivido por los asistentes a la sala 2, planta B escalera izquierda de los Juzgados de Primera Distancia y Desacuerdos Monetarios. Su señoría el juez numerario Perico Tararealapiedra se disponía a dictar sentencia sobre el famoso Expediente Verde Pistacho, proceso longevo en el que los encausados por quedarse cosas que no son suyas se enfrentan a penas de entre regañina con entrecejo fruncido a siete años y un día de manejar monociclos en el borde de un volcán. Los abogados defensores se encontraban apuntando a lápiz un par de recursos al Tribunal Incondicional cuando la sesión se vió interrumpida por una serie concatenada de hechos lujuriosos y vergonzantes que provocaron desmayos, enfados generalizados y alguna oferta para protagonizar un telefilm para exhibir en Perpiñón.

El pasante reserva de ayuda al papeleo grapado Plinio Carrulla saltó en mitad de la sala del juzgado y sobre el línoleo ejecutó contorneos, caricias a su propio cuerpo y aspavientos de pernil mientras se revolcaba en una pila de documentos oficiales. Su señoría intentó dar fin a estos ejercicios desaforados de amor propio golpeando con su mazo, mandando guardar silencio y en última instancia arrojándole unas sentencias antiguas que no hicieron más que subir la temperatura eroticofestiva del provocador. Este procedió a desprenderse de su traje de espiguilla y reanudó sus sobeteos documentales ataviado con camiseta imperio, calzón largo, calcetines negros con ligas y mocasín de borlas.


Las fuerzas de seguridad hicieron entrada luciendo cuatricornios reglamentarios. Procedieron a retirar toda la documentación del alcance del alborotador y tomándolo de las axilas arrojaron al sujeto al segundo círculo de mazmorras del juzgado, junto con los lujuriosos y los que dan una dirección sin saberla cuando le pregunta un turista.

Repuesto del ataque y sin documentos a la vista, el provocador atendió a los medios a través de los barrotes del calabozo. “Todo ha sido provocado por un padecimiento erótico, una filia sensual si lo prefieren, que tengo por los términos jurídicos. Comencé a sentir los síntomas tras golpearme con una caja de requerimientos sine-die apolillados en los sótanos de los juzgados e intentaba llevarlo en secreto, ¡creí que no comprometería el normal desempeño de mi profesión”. Su articulado razonamiento convenció a los medios de la prensa de lo pasajero de su rapto amoroso, lo que no impidió que un corresponsal del semanario político “Obtuso de Hoy” gritara “cohecho impropio y prevaricación”. Plinio Carrulla, en la intimidad de la celda, ejecutó unas poses picantonas que merecieron la ovación cerrada de los medios presentes, todo ello transmitido por un reportero del diario Extorsión colgado de los barrotes.

El acusado se espera pase en las próximas horas a disposición de su señora.