domingo, 11 de marzo de 2012

ACHICORIA NOS LLEVA AL DESASTRE.

ÓRBITA DE LA TIERRA AMENAZADA POR CAPRICHITOS VARIOS.




Desiderio Tomaparte, enviado especial a un cerro pelado con telescopio y cartabón.

De poco han servido los artículos sesudos, los esquemas a doble página y los gritos por la ventana de los redactores del prestigioso semanario The Contubernio Today. Su denuncia: ciertas actitudes de Achicoria no traerían nada bueno y las consecuencias, de cumplirse, dejarían al apocalipsis como un mero tema de ascensor. En verano de 1967 publicaban el siguiente artículo:


“[...] las manías de la nación Achicoria por acumular trastos en armarios empotrados y lo reincidente de sus reuniones en un lugar concreto a una hora señalada por el mero placer de observarse el entrecejo mutuamente, van a producir un descalabro en el eje del glóbulo teráqueo. Si no cesan en esa actitud y si los entes de control internacional siguen preocupándose por temas como la coloración de los pabellones auditivos en climas fríos, vamos a acabar fuera del mapa.”

El artículo, relegado en interés por una profunda entrevista a un prestigioso forjador de cortauñas no llegó a alertar a los miembros elegidos por el pueblo para que repasen las leyes en el trono del cuartito de pensar. Cuando el pasado miércoles las confluencias de nebulosa Pi Sagma con el Cinturón de asteroides campeones modalidad peso meteorito nos dejaron en los cielos del hemisferio austral ciertas licuefacciones celestes y otros efectos de baratillo, todos hubimos de tomar una vía. Unos optaron por el aguerrido comportamiento de lider de la manada dirigiéndose al monte más cercano con el fin de salvar la humanidad y otros el más propio de primates, dedicándose a jornada completa a patear papeleras y al tirón de pelos.

¿Estamos condenados pues a un errar dramático en busca de un pozo gravitacional que quiera albergarnos, en una épica saga estelar con batallas estelares y escarceos amorosos donde la dama siempre encuentra un pico de la sábana con el que tapar sus encantos? Parece ser que no. La Conferencia Supraestelar de Planetas Unidos por Conveniencia ha emitido un mensaje claro. Una señal inducida por rayos estroboscópicos y dirigidos a los neocortex humanos querían dejar clara una advertencia. Por problemas de configuraciones cerebrales este mensaje no fue recibido, y los cariñosamente conocidos como extraterrestres, alienos u marcianos hubieron de rebajar el nivel tecnológico y emitir una señal de radio corriente y moliente. Tras diversos intentos infructuosos fue entregado al conserje del edificio de las Nociones Hundidas una servilleta con un claro mensaje: “No os queremos cerca”.

Este medio de información está en posición de poder ahondar aún más en la noticia. Después del partido de fútbol sala que esta redacción disputa los jueves al caer la tarde solemos cruzarnos en la puerta del Pabellón Polideportivo Marcial Pingpong con un señor de ojos cruzados y casco de papel de aluminio que dice hablar con los venusianos. Este nos transmitió un breve parlamento del jefe de prensa del visir venusiano Veinticinco VI:


“Desde el fulgor de las supernovas en plena ebullición por obra de la Gran Hornilla hasta hoy, los Picajossios, raza dominante del planeta Hypobufemo, no soportan encontrarse en el mismo sistema galáctico que la tierra por viejas rencillas de lindes. Los Picajossios son grandes guerreros que exterminaron la colonia de arlequines tristes del planeta Capucha por estornudar fuerte. En cuanto vean asomar un casquete polar terráqueo cerca de su casa enviarán un rayo inmisericorde de gran poder destructivo, equivalente a un millón de pantallas de teléfonos móviles encendiéndose delante de unos ojos somnolientos en mitad de la noche. Este semestre el mandato de la Conferencia Supraestelar les corresponde y aquí no hay quien diga ni pio”.

Los planes del mando terráqueo pasan ahora por trasladar neveras y lavadoras de más de veinte años a cierto emplazamiento secreto situado en mitad del desiero del Gobi para así tratar de variar el rumbo de nuevo en busca de mejores vecindarios estelares. En opinión de este medio con estos planes digno de tebeo se abren dos posibles escenarios: en uno nos veremos bien pasados a la grill de aquí a dos telediarios. En el otro terminaremos batiéndonos con los Picajossios echando mano de nuestro pundonor como raza y reservándonos puntapiés y dedos en ojos ajenos si las cosas terminaran poniéndose feas.

Sigan atentos a este medio que en cuestión de días se olvidará de estos dramáticos hechos y les contará, qué les digo yo...un motín de perros pequineses en una feria canina.

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