lunes, 12 de julio de 2010

IDEAS PRESTADAS, POR SALVADOR DE PESTAÑA.

ALADAS AVES ACUSATORIAS.

El calado de las ideas que este medio me ha permitido farfullar subido a esta tribuna de oradores de madera de balsa con suelo de linóleo adhesivo es indiscutible. No quizás en el giro copernicano de los usos y costumbres del ciudadano de a pie, mutación conductual esta que no podría yo asegurar sin pasear unos minutos por la rue pública, ¡Y por Júpiter, antes me viere yo trabajando con mis propias manos que aquello sucediere! Para eso ya están los binoculares, novedoso invento de los siempre eficientes Germanos que tengo a gusto recomendarles su uso, por su cristalina claridad y su capacidad de aumentar la realidad.

No, las raíces de mis diatribas se hunden en tierra, quizás no la más apropiada. Abonada con recelo y suspicacias, mis certeros dardos verbales lanzados al común denominador de los mamíferos sobre dos extremidades no han tardado en hacer efecto. Contertulios, es un anuncio grave pues sabido esto mi vida, mi ser y mi colección de pipas a cuerda podría estar en peligro. Porque ante ustedes denuncio el espionaje al que estoy siendo sometido, de unas fechas ciertas hasta hace un rato que, entre visillos y con ojo avizor, dicto el presente artículo, quizás mis últimos pensamientos, a mi hacendoso y desprendido mayordomo...sí hombre...su padre ya estuvo aquí...en el 59 creo recordar...claro venía el ahora escriba con pantalón corto ante el enfado de mi progenitor...¡minucias! Pues yo he de pasar a la historia por mi sacrificio y no este tiraletras con chaleco a rayas.

El pasado miércoles, y siempre por prescripción del galeno que acude sobre el pescante de una calesa por petición mía, para no contaminar las sanas costumbres de esta finca, ese día, prosigo, estiré las pantorrillas trazando semicírculos en apenas unas hectáreas de mi humilde jardín trasero. Pero mi preparación y mis horas dedicadas al ejercicio de la sospecha hundido en el butacón y con la sola compañía de mi fiel y añejo Burbujón de doce años, me hacen estar en alerta apenas pisar el espacio externo a mis seguros muros. Allí, cual cuervo de José Luís Poe, pero con otro pelaje, una tórtola turca ( que la Gran Inchiclopedia Vida y Bestias Finisterráticas denomina como Gallinejautus Turuletus ) acechaba en la rama de un ciprés. Y ante tal metáfora visual de lo horrible del destino, no pude más que encerrarme en casa y dar palmadas tras las contraventanas con la esperanza de hacer alzar su vuelo.

Quizás usted, petimetre, ahora ría con suficiencia, pensando en la locura de este viejo chiflado que, por otra parte, podría quebrar su porvenir con un par de telegramas. Conozca usted de primer brazo mi importante cometido durante la llamada Guerra Tibia. Fui nombrado Oficial Adjunto del Departamento de Cultura por el Gobernador General de Asistolia. Un cometido harto peligroso, cuyo recuerdo me hace incluso hoy morder mi almohada con horror en noches tibias como esta. Mi tarea consistía en sujetar con fuerza los ejemplares transportados por el Bibliobus en su peligrosa ruta BrandemKancilleriem Ja! Y el Kindergarden Infantil Die Zwai Patiten. Quizás su imaginación, aletargada por falsos estereotipos de agentes secretos dictados por los Mayonesistas no considere peligroso lo que allí sucedía. Tendría que haber visto las taimadas intenciones de todos aquellos agentes secretos, en cuclillas, disfrazados de niños de tres años, simulando leer “El Osito va de Compras”. ¡Ya muchos me advirtieron que eran infantes reales! Pero entonces y ahora, cual croqueta enrollada en los visillos que mi señora madre tuvo a bien traer de la lejana Galería Tarangana, ¡a eso digo no! [manchurrón] Con tal fuerza que mi escriba rompe la punta de su lápiz, y por ello será debidamente castigado y el valor del citado instrumento será descontado en patatas de su próxima e incierta comida.

Dice la pérfida avegruuu gruu, siendo lo segundo innecesario, tal y como si no conociere yo sus designios. Y se libra de parásitos, o eso hace ver y se comunica con sus empleadores mediante un diminuto micrófono prendido en su buche. Los secretos conocidos durante mi estancia en el límite exacto del escenario internacional de espionaje y el contubernio no saldrán de mis labios. ¡Y en cuanto me acerquen mi noble sable de acero inexorable, Voto a Bríos que esa pérfida tórtola pagará con plumas la afrenta conducida por sus oscuros patronos!.

Firma Salvador de Pestaña a tantos y tantos de nosecuantos.

¿Sigue ahí el pájaro? ¿No puede salir nadie con un palo o algo para asustarla?¿Sigues escribiendo rufián?

6 comentarios:

Rubén D. Caviedes dijo...

La verdad que menudos trasiegos a los que el destino somete de cuando en cuando a este pobre hombre. Diríase que son obra de lo peorcito de la bancada progresista-isabelina reunida en conspirante y judeomasónica caterva. Le recomendaría a este hombre cuidado con las tórtolas, amém de con el socialismo internacional, que todos sabemos que son un animal mezquino, pérfido y que no sabes por dónde te va a salir -tanto una como otra-. Y que se mire lo del galeno, oiga; ya no se puede uni fiar ni de la gente licenciada.

Unknown dijo...

Estimado blogger, visité tu blog y está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Y por mi parte te pediría un enlace hacia mi web y asi beneficiar ambos blogs con mas visitas.

Espero tu Respuesta.

Un cordial saludo

anamariavgil@gmail.com

Anónimo dijo...

He quedado horrorizada, horrorizada , con la peligrosa vida que lleva el Señor Salvador. Y yo que pensaba, ingenua de mi, que las tórtolas era animales indefensos. Craso error que subsano en este mismo instante. Mande Ud. todo mi apoyo moral a Don Salvador y dígale que no se preocupe, que en los anales de la Guerra Tibia, está debidamente documentado todo su proceloso trabajo y los terribles riesgos que tuvo que correr para cumplir debidamente con la misión asignada. Dígale Ud. que el mundo se debe a él, por su sacrificio en aras de la humanidad.
Firma: Secretaria Principal de Asuntos Derivados de la Guerra Tibia sin Resolver y aún Pendientes.SPADGTP.

Mr.Incógnito dijo...

Ante el revuelo sentimentaloide propiciado por las vivencias de este caballero, contestamos sus inquietudes:

El señor de las Moscas: Bien es sabido que una lengua afilada y certera es un instrumento capaz de granjear peligrosos enemigos, más teniendo en cuenta la gran repercusión de este medio...ejem...Tranquilo, en pos de las buens costumbres ha prescindido de los servicios de este medicucho y ha contratado un cirujano especializado en sangrías y pontingues, más de su gusto.

Estodevivir: Sirva este terrible caso como advertencia de generaciones, presentes y venideras, de los peligros que encierran estos agentes encubiertos de plumas. Le haremos llegar su hondo pesar a nuestro columnista, aún recluido tras un biombo de motivos chinescos.

Ana María: Nuestro servicio de márketing se pondrá en contacto con usted, aunque mucho nos tememos no sea este el medio adecuado para sus fines.

loquemeahorro dijo...

Este escalofriante relato de espías al que no le faltan más que Michael Caine con gafas de pasta y un encuentro en un parque con un agente doble... (espere, parque y palomas!!) me deja con una terrible duda

¿Qué me ha gustado más, lo de la guerra tibia o lo de José Luis Poe?

Mr.Incógnito dijo...

Lamentamos profundamente, a dos atmósferas de presión al menos, la duda sembrada en su espíritu a raíz de esta información de tintes conspiranoicos. Procure no revelar secretos de estado delante de gorriones y no debería pasar nada.