Ignoto, oscuro, vacío, muy misterioso. La ficción cinematográfica nos ha brindado una visión bastante fidedigna del envoltorio que nos rodea: planetas de cartón piedra colgados de un hilo frente a un tablón negro, entre los cuales se desarrollan batallas de naves que hacen “piñau piñau” y explotan envueltos en fuego propio de bengala de baratillo. Amigos, algunos habíamos advertidos de manera reiterada los absurdos peligros que acechan más allá de nuestra tiznada atmósfera y poco ha tardado la realidad en ponerse de parte de los iluminados de turno.
Durante una de sus pasadas rutinarias por la superficie lunar el Satélite Antiestético Encurtidos Joselillo (desde que la carrera espacial es patrocinada por marcas privadas se ha perdido la seriedad y un bote de pepinillos) ha descubierto un extraño objeto en la superficie lunar. Este dispositivo orbital con tendedero incorporado tiene la capacidad de trazar imágenes con una definición excelente gracias al maestro grabador Francesco Duemanosiniestra, que viaja a bordo trazando al carboncillo todo lo que ve por un agujerito. La recepción de las imágenes, tres meses después por un embrollo en la sucursal de Correos y Teleféricos, ha llenado de zozobra, angustia, congoja y picazón a los responsables de la observación del espacio con ojos engurruñidos.
Para la misión de exploración lunar se ha seleccionado lo más granado del panorama científico mundial, amén de los más valerosos pilotos. Ha querido la desidia que los requesitos no se presentaran en tiempo y forma y al final se ha optado por un señor de esos que suma muy rápido en la tele farfullando galimatías, un aficionado al western, un mecánico de lavadoras y frigofrígidos, un ama de casa por guardar las apariencias y un señor muy avispado que tiene respuesta para todo y siempre va con chaleco de punto.
Apiñados frente al radiotransistor, aún más allá de las tradicionales normas del decoro, la humanidad asiste estos días, aunque a ratos se va a comer y a estirar las piernas, a las conclusiones de estas brillantes mentes, a bordo de un Transbordador Espacial con la ITV por pasar.
Las crónicas de su viaje son espeluznantes Aquí algunos extractos, aquí unos amigos. “Descontrol de Tierra, todo en orden. Sugiero a la vuelta renueven la licencia de software de la nave, que son cuatro dólares y no vean ustedes lo que molesta el aviso en pantalla cada cinco minutos.” “Al habla Doménico Terruño, hemos perdido la bandeja del posavasos, sugiero abortar misión” “Comandante de la misión -hala comandante, como nos hemos subido el rango -a callar en el fondo que estoy radiando. Aproximándonos a coordenadas de aterrizaje. Visibilidad nula. Controles muy duros. ¡Estoy recibiendo fuego enemigo!. Tranquilos, gran provisión de euros, continuo la partida.”.
Mención aparte merecen los instantes previos al encuentro: “Lo vemos – yo no, yo no - A su espalda Aureliana. Bordes definidos, anclado en tierra...digo en luna, sólo algunas pequeñas aberturas, no observo nada más, volvemos a la tierra- teniente coronel, ¡mire, por detrás! - ¡Vacas sagradas! Tiene parte trasera, muy bien visto Terruño, te asciendo a fregona. Una pantalla iridiscente refleja extraños caracteres. Veo teclas a lado y lado, una fuerza extraña me empuja a tocarlos sin control. Un artefacto de un demonio cósmico sin duda este, ante el que estamos. Me ofrezco voluntario a manipularlo, visto que la tripulación ha trotado loma arriba y está en el módulo con el motor al ralentí. Unas extrañas cifras aparecen, incomprensibles. Algo se mueve en su interior. ¡Oh Santa Matraca!¡Oh desolación, mustios collados! Es...es increíble...me ha devuelto el extracto de mi cuenta, es la tercera vez que me el ayuntamiento me cobra el impuesto de bidones amarillos, azules y verdes y tricolores en lo que va de mes. La madre que los....( se interrumpe )...”
¿Porqué hay un cajero automático en la luna? ¿A qué descabellado plan se debe la existencia de este aparato en las citadas latitudes? ¿Se prepara una invasión de las máquinas? ¿Están ya los invasores entre nosotros, en nuestras cocinas, nuestros salones, nuestras mesillas de noche? ¿O es que como primer paso de la conquista lunar han colocado uno de estos para la comodidad del cosmonauta de a pie y saltito?
Grandes misterios se ciernen sobre nosotros a los que no sabemos dar respuesta por eso mismo, por venirnos grandes. Teman ustedes a todo hasta la próxima información.
Instantánea del crater Monchito en la superficie lunar. Si se fijan con atención,en esta explanada baldía, una sombra sospechosa aparece con cierta nitidez.Quizás sea necesario que revisen esta prueba irrefutable de que hay algo cuadrado que da sombra en nuestro satélite.
Federico Pérez de DosLápices, corresponsal en el extranjero, que para nosotros supone más allá del portal.
5 comentarios:
Pues yo así emprovisando me se ocurren dos explicancias posibles; la primera es que lo haya puesto ahí una raza extraterrestre súper-inteligente para que el ser humano lo encuentre y cuando lo encuentre entonces el chisme lanza un pitido-cósmico y los extraterrestres se enteran de que lo hemos descubierto y entonces se lía la gorda y al final de la pinícula el galán viaja por un agujero de gusano y luego un feto gigante acecha a la Tierra. Dirá usted que esto es claramente imposible porque eso ya se hizo en una pinícula y sería mucha casualité que ocurriera sactamente lo mismo, y yo le digo, ¿acaso las películas de Marisol no se han tornado realidad punto por punto para su ilustre protagonista? Que es usted un hombre de poca fe, coño ya con tanto escepticismo.
Y la segunda explicancia es que el cajero sea de Caja Madrid, lo cual no constituíría ningún fenómeno para-anormal: tal es su prolifiquez que yo una vez me encontré uno metido en una de mis pantuflas mañanescas. Y eso que no son de la de talón al aire -las pantuflas-, de esas que les falta el reborde por atrás y vas enseñándolo como si fueras una cualquiera, no; de las recatadas. De las de con reborde.
Señores:
qué tripulación más maja.
No me importaría seguir sus desventuras en nuevas odiseas espaciales (guiño).
Lo del cajero, en el caso hipotético de que la teoría del Sr. de las moscas se demostrase equivocada, cosa altamente improbable, puede deberse a un caso de estafa de esos que consisten en grabarte con chiquicámaras mientras tecleas tu número pin, para luego afanarte los ahorros de la universidad del chico. Lo raro es que no hubiera también una tragaperras como la de la nave.
¡¿A que es de Caja Madrid?!
Oiga, qué éxito está teniendo la teoría conspiranoica de Caja Madrid. ¿Piensa usted desvelar a quyé misteriosa entidad integrada en la red 4B pertenece el mamotreto selenita? ¿Nos piensa tener en ascuas per sécula? ¿Es esto una de sus sucintas estrategias de suspensión dramátca?
Contestemos sus zozobras conspiranoicas:
El señor de las moscas: Sobre el tipo repeinado que va a ver una cosa rara porque para eso le tienen en contrato a media jornada y termina viendo luces, destellos y demás flashes para encontrarse con un párvulo nos remitiremos a las palabras del guionista de la obra que parece referir "cuándo he escrito yo esto y qué me había bebido". Sobre las aclaraciones, le dirijimos a la siguiente entrada.
Luc: Que la falta de descampados en la tierra haya llevado a colocar un cajero trampa en el satélite anexo es algo que las autoridades deberán investigar cuando vuelvan del puente.
Lo que me ahorro: Le dirigimos igualmente a la siguiente entrada.
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