SOLUCIÓN EFICAZ PARA EL MALESTAR CORPORAL.
Nos encontrábamos aquí reunidos los dicharacheros reporteros de esta santa casa, a ver si se nos colaba un extraterrestre con forma de patata por la ventana y pillábamos noticia. Como a estas horas no ha pasado y ya ha oscurecido, los aquí reunidos hemos decidido inaugurar sección que durará hasta que nos llamen la atención. Repasaremos los eventos, descubrimientos, descuidos y tropezones que han elevado a la ciencia de este país a la categoría de...bueno, digamos que hemos tenido tanto éxito como en Eurorisión. Para empezar, nos remontamos al año 1960 ( esperamos que no se mareen con el viaje ) para hablarles del “sulfuro de antimonio Clorín”, revolucionario menjunje para la tripa.
Los laboratorios Casimiro Palanqueta e hijos estrenaron este producto coincidiendo con la 12ª Muestra Interegional de Bebedizos y Pócimas, a la que asistieron importantes autoridades del gobierno como ese que están pensando y un bedel del Ministerio de Aprietos. Como es costumbre en estos lares, este invento fue debido a un descuido. Un recién llegado aún con la bata blanca plachada a raya derramó el contenido de un par de estanterías de productos peligrosos sobre el poleo-menta del insigne Casimiro. Tras el enfado inicial y un par de azotes ( sí, la empresa tenía unos modales un tanto bruscos ) descubrieron las grandes propiedades médicas de la mezcla, eso sí, gracias a una señora despistada que se lo tomó sin decir nada, que afirmó que se sentía mejor de los ardores producidos por el desayuno de café con leche y bocadillo de puré de garbanzos.
Cabe decir que cosechó grandes reconocimientos, entre ellos, el galardón concedido por la Real Academia de Estudios de los Menjunjes. Incluso se comenta que el afamado Premio Noble , Enriqueto Polainas, tras catarlo afirmó “cielo santo, huele como el mismo infierno”. Sulfuro de antimonio Clorín se comercializó acompañado por una gigantesca campaña publicitaria.En una tienda de campaña para dieciséis personas, en plena Gran Ria de la capital, dieron a probar el sulfuro a todo aquél que se acercaba ( bueno, se lo dieron también a un par de tipos que huyeron, persiguiéndolos cucharilla en mano ). En verdad el sabor del potingue era lo bastante horrendo como para tumbar un coche de caballos con arreos incluidos, así que se optó por adornarlo con sabores muy en boga por la época: fresa, café con leche, boniato... Toda una generación lo recuerda como remedio muy eficaz contra mareos, picor de pies, ensortijamiento del pelo, abombamiento de párpados, clareo de coronilla, murmullo de tripas, ombligo descolgado vagancia y otros males como uñas largas o propensión al comunismo. Apoyado y subvencionado por el gobierno, y tras un par de escándalos bien soterrados por los que se ocupaban del tema, la marca desapareció de la escena pública, para aparecer poco después, manteniendo la fórmula, como potente limpiador de maquinaria industrial y cajas de pescado pasado de fecha.
El último frasco que se conserva de este producto se expone en el Museo Nacional “Cómo pudieron vender esto”, aunque la fórmula completa del producto sólo lo saben dos herederos del señor Casimiro Palanqueta y una señora con rulos que se enteró en la cola del estanco. Volveremos próximamente con artículos de mucho menor interés que este ( sí, podemos lograrlo ), hasta entonces, buenas noches.
Investigó el equipo de Sótano 71, sin nada mejor que hacer
Anuncio del producto, aparecido en un ejemplar de la famosa Rider Digestivo.
6 comentarios:
Gran tararea de investigación! Están ustedes hechos unos profesionales sin par!
Joder, los dientes largos se le pondrán a Merdeces Milà cuando lea esto... a su lado "Diarrio de..." es pura caspa!
Eh, recuerdo la cantinela para los anuncios por radio...
"Agotamiento, decaímiento, aprensión y depresión,
gracias a un milagroso invento frutos del pasado son!
A afecciones y aflicciones
ya podremos poner fin,
teniendo en nuestros cajones
el ANTIMONIO CLORÍN!"
Era mi tercer anuncio favorito, después de La Española, una aceituna como ninguna y el negrito del África tropical.
En primer lugar, que a nadie se le pongan los dientes largos, que luego son molestos para comer. Mejor que nos den un programa de televisión, o ya puestos, un canal enterito.
Gracias al cielo, teníamos la canción en la punta de la lengua y no nos acordábamos...que tiempos aquellos de rádios de válvulas, oiga.
No sabía que Enriqueto Polainas había ganado un premio Noble, gran fuente de cultura este sótano.
¿Cambiaron el sabor de boniato por el de anís, o viceversa? tuuu piel morena sooobre la arenaaa
Aclarando sus dudas, sí, consiguió un premio Noble y otro de parchís por parejas en la peña de su barrio. Y el sabor boniato efectivamente se cambió por el de anís, que, sorprendentemente, no triunfó en este país.
Y espero que la última línea sea una contraseña, y no lo que me imagino...
Realmente nos sentimos orgullosos de servir para algo...por variar y eso. Su petición esta siendo procesada en estos momentos por un grupo de audaces profesionales. En breve obtendrá lo pedido.
Y gracias a usted por pasearse por aquí...desde tan lejos...
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