miércoles, 19 de octubre de 2005

EL MIEDO QUE VINO DE ORIENTE.

NOS LLEGA EL TURNO DE REVISAR LA PELÍCULA JAPONESA “THE EGG”, BÁSICAMENTE PORQUE NO HABÍA OTRA.


Todos aquellos que arrastran los pies de vez en cuando por una de esas salas de cine sembradas de los desperdicios de los espectadores de la función anterior, saben el genero del terror está de actualidad. La calidad de las nuevas producciones van desde aceptables hasta los bodrios más intragables de la historia del celuloide. En este momento de crisis creativa ( y ya es la segunda vez que lo mencionamos, les informaremos del porqué de estas carencias imaginativas ) el cine oriental ha sabido darle la vuelta a la terrorífica tortilla, con sus nuevos planteamientos, sus escenarios con pintorescas viviendas y con sus melenas mojadas. Porque si de algo saben estos señores es de cabelleras flotantes ( y de palomas volando a cámara lenta, pero esto es en las películas de tiros de cierto señor que se fue a hacer las américas ).

Tras este bello a la par que innecesario preámbulo, pasamos a comentar lo que les ha parecido al grupo de irresponsables de la sección cinéfila de esta santa casa la película “the egg”, que en español se ha quedado sin traducir ( una lástima, podría haberse titulado “Huevo mortal” o “Ahuévalo como puedas” ), pero parece ser que la distribuidora es medianamente responsable de sus actos y ha preferido no meter la zarpa. A lo que vamos. Michiko Nomekome es una bella profesora del sexto curso de educación infantil. Tiene un gran cariño a sus alumnos, a los que distingue por su corte de pelo. Cada día al volver a casa cuida de su padre, que es un honorable anciano con bigotillo de mosca, gafas redondas y que se pasa el día frente a un tablero de un juego rarísimo ( que parece ser el dominó de aquellos lares ). Una mañana Michiko visita a un amigo cocinero, un tal Pikaito Atakitos, un chef de renombre con un oscuro secreto: en la cámara frigorífica del restaurante esconde desde hace años a un extraño huevo que alguien no quiso tomarse una noche cualquiera, lo cuida como a un hijo, pero este huevo es muy peligroso, su yema alberga al mismísimo demonio. El huevo se encapricha de Michiko y desde entonces intentará por todos los medios posibles hacerla suya para engendrar a un vástago demoníaco. Logra escapar y aterroriza mediante sus poderes a todo aquél que le rodea, haciéndoles enloquecer hasta realizarse el hara-kiri ( suponiendo que se escriba así el palabro este ) con los palillos de comer fideos. Entonces llega el festival del terror: niños pequeños embobados mirando a cámara, una señora de pelo largo que va flotando por ahí, otro niño pasmado que sale de un frigorífico, más folículos pilosos ondulantes, un señor de producción que se cuela por error en el rodaje y luego trata de disimular ( terror y vergüenza ajena se dan la mano ) y en fín, que no le destripamos nada más, que se van a ahorrar la entrada y los señores propietarios de cines también tienen que comer.

No nos marchamos sin aconsejarles que se fijen en la fotografía del film, de maravillosa factura ( nunca mejor dicho porque a la productora le salió por un pico ), que se fijen en la banda sonora compuesta por el sin par Akikabe Otranota y que se fijen en su cartera, no vaya a ser que un amigo de lo ajeno aproveche la oscuridad de la sala de cine y le pida prestada la cartera sin que usted se percate.

Ficha técnica ( que nunca se lee ). Directores: Tukita Brothers. Actores: Yokiito Ipongo, Jet Lag Guión: Lee Isentera Fotografía: Nikon Fuji Produccíon: Pang Kon Pang, Indalencio Rastrojo. Distribuidora: Sofá Films. Japón y alrededores. 2004 / 119 minutos.

Crítica de Jan Ginét de Rewritablé, juntaletras y jurado de algún que otro festivalillo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante manera de describir el actual cine de terror oriental, e infinitamente más divertida que las propias películas. Un saludo.

Mr.Incógnito dijo...

Ya tuvo que venir ese señor que se ha alquilado el videoclub entero y sabe mucho...le desafiamos a enviar fotogramas de las citadas películas para verificar sus palabras. Si no lo hace, también le creeremos al ser nosotros unos completos neófitos en este asunto ( y en todos los demás ). De nada señor Flanagan, estamos aquí para informar al respetable a la par que divertir, parecemos el libro gordo de petete.

Anónimo dijo...

A mi, de entrada, me ha parecido interesante. Me apunto a buscarla en el emule si se cumplen dos condiciones:

1) La señora flotante de pelo largo debe estar pálida y ojerosa.
2) Los actores participantes deben ser muy expresivos.

Doy por hecho que el huevo es inquietante y tétrico.

Mr.Incógnito dijo...

La señora pelos largos tiene unas ojeras que le llegan a los tobillos, los señores intérpretes ante el huevo reaccionan igual que si vieran a godzilla...así que imagine. El huevo da mucho temor....pero no se la baje usted de esos programas maléficos de pirateo, seguramente la encontrará en las estanterías de su videoclub local...si no pregunte y atento a la expresión del dependiente.