CIENTÍFICO ESPAÑOL LOGRA FRACCIONAR LA PARTE MÁS PEQUEÑA DE TODO ELEMENTO.
Hace 2500 años ( en números redondos ) un día por la mañana bien temprano, un sabio con alpargatas que vivía en la antigua Grecia ( que por aquel entonces era Grecia a secas ) se preguntó, estrujándose las meninges:”¿cuántas veces podemos dividir la materia y que siga siendo materia?”, a tal pregunta, los compañeros, que eran aficionados a estas cosas de pensar, llegaron a la conclusión de que todos los elementos: los árboles, las piedras, los bolígrafos ( en caso de que existieran ) estaban constituidas por pequeñas partículas indivisibles y sólo observábles entornando mucho los ojos y a contraluz. A estas partículas las llamaron átomos. La cosa quedó ahí y la gente siguió a lo suyo A finales del siglo XVIII ( o el también llamado siglo equis uve palito palito palito ) un par de señores, sin relación familiar alguna, expusieron con dibujitos y esas cosas la naturaleza atómica de la materia. Todos le dieron palmaditas en la espalda por lo bien que les había quedado, pero a esto que a finales del siglo XIX vienen otros señores con bigote con ganas de fastidiar y dicen que no, que el átomo se forma por partículas tales como protones, electrones y el núcleo del átomo en sí. Esto se había aceptado por la comunidad científica internacional...hasta hoy.
Wenceslao Escarabajo Gomez, científico con gafas del Centro Nacional de Mirar Cosas ha puesto en entredicho la teoría, afirmando que el núcleo del átomo también es divisible. Los científicos y más aún los editores de libros de texto, que van a tener que borrar con corrector blanco algunas páginas, han puesto en entredicho la afirmación del científico español. Por ello, el pasado miércoles, el buen doctor en atomología técnica con tirantes convocó a los principales medios de comunicación y explicó el sencillo proceso que siguió para fragmentar el dichoso átomo.
Siempre según sus afirmaciones, el mismo estaba estudiando como realizar tamaña proeza en el campo científico, debido a que el quiosco del barrio no estaba bien surtido de revistas de sopas de letras y se aburría un poco en casa. Así que decidió dedicar los ratos libres a estudiar algo de interés y que en un futuro le pudiera proveer de fama y fortuna ( hay otros que en los ratos de ocio ven la tele o leen, así les va ). Escogió un tema de su agrado, se puso un chandal cómodo e hincó los codos. Al momento, se aburrió, comenzó a dar vueltas por casa en zapatillas y encontró algo que hacer para evitar estudiar. Por ello, cogió el carrito de la compra y se fue al mercado. No sospechaba de ninguna manera que allí encontraría la solución a lo que tanto tiempo de estudio ( exactamente 4 minutos 56 segundos, nuevo record mundial con viento en contra ) había dedicado. Pensando en la cena, acude al puesto de carnicería-charcutería Palanca e hijos, que contaba con buena fama entre sus convecinos. Pidió 250 gramos ( doscientos cincuenta, en letras para evitar malentendidos, como en los contratos ) de chopped pork del regular, y e ahí cuando vino la inspiración divina, el final de la reflexión, las musas o como ustedes deseen llamarlo. Observando el grosor de las lonchas del embutido que el eficiente dependiente estaba realizando, de tal manera que en doscientos y pico gramos ( se pasó un poquito en el peso ) habían entrado setecientas mil lonchas, con un grosor infitin.....infinetiesima......muy muy finitas, a este buen científico se le ocurrió que este dependiente, a la sazón, el propio Agustín Palanca propietario del puesto, sería capaz de dividir el átomo en partes más pequeñas. De esta manera, y a la carrera, llegó a casa, buscó en el cajón de los trastos hasta que encontró un par de átomos que no le servían ( conservados eso sí en sendas bolsitas herméticas ) acudió de nuevo al mercado, se los entregó al habilidoso dependiente, y en nombre de la ciencia le pidió por favor muchas veces que le demostrara su habilidad con la máquina de cortar embutidos, y que en su opinión, sería capaz de escindir el núcleo del átomo. Este hombre, acostumbrado a que la clientela le hiciera peticiones de lo más extraño, accedió a regañadientes y advirtiendo al científico de que si llegaba algún cliente, tendría que dejar el juegecito para después.
Y así, armándose de valor y concentración, Agustín Palanca activó la cortadora y sujetando bien el átomo realizó tres pasadas con la cuchilla, de tal manera que consiguió sacar no dos, sino tres partes de la materia en cuestión. Tras colocarlas en el papel envoltorio correspondiente y mostrarlo bajo un fluorescente de tonos malvas ( ese que hace que el jamón tenga buena cara ) al científico, este, presa de la emoción, no pudo remediar desmayarse. Tras que el pescadero lo reanimara ayudado por una anchoa del índico, llamó a los responsables de atomología aplicada del Ministerio de Ciencias y Acertijos, que procedieron a aislar el lugar de tal hazaña, y trasladar a Agustín Palanca y a su cortadora al Centro Universitario Miguel Agustín de Mudanzas, sito en Carratracas, donde, tras varias pruebas con los más variopintos átomos venidos de los confines del planeta, se llegó a la conclusión de que no cabía duda, de que la hazaña estaba hecha, de que era un gran día para la ciencia y de que el champán usado para la celebración era demasiado malo incluso para ser de oferta del super de la esquina.
Por lo tanto, el tandem Agustín Palanca-Wenceslao Escarabajo ha sido ya premiado con el Nobel de las Cosas sin entrar en concurso ni nada, se han trasladado con una beca gordísima al Instituto Californiano de Ciencia y Leche Frita para una vez dividido el átomo, atreverse con otros retos de mayor calibre, tales como dividir el sonido, la luz o incluso, dentro de unos años y con una cuchilla afilada a conciencia, el mismísimo tiempo.De esta manera, en un futuro no muy lejano, el señor Palanca irá a bordo de las misiones espaciales armado con una de sus cortadoras y en el momento de salir de la atmósfera, procedrá a cortar el tejido del espacio-tiempo para que los viajes interestelares esos conlleven menos minutos que cualquier viaje en autobús urbano.
De la misma manera, cualquiera podrá hacerse un colgante con una lámina de núcleo de átomo proveniente de oro o platino a menos de un euro, lo que va a ser una revolución en el mundo de la joyería, la bisutería y los colgantes en general.Es debido a todo lo anterior por lo que la próxima ocasión en el que usted, como consumidor, acuda a un establecimiento a que le vendan cualquier embutido o alimento cortado a máquina, acuerdese de la historia de estos dos personajillos, pida que se lo corten finito y cuente cuantas lonchas es capaz de sacar el dependiente en cuestión, quién sabe, puede que esté ante un virtuoso del corte y que ni el mismo interesado lo sepa.
Si desea saber más, le recomendamos la lectura de:
“De átomos y moléculas, tratado interdisciplinar de biología molecular y atómica” Dr. Isótopo, Ediciones Tribuladas 1987.
“Electrones al vapor” Michael Venancio. Colección Tufillo. 2004
“Instrucciones de la cortadora Intaurum Variettes A-71” Un señor. Manuales y prospectos Marcos Gomaylaca. 1963.
Informó Teodorico Grubër-Caspa, que sabe un rato de todo.
3 comentarios:
Muy interesante forma de escribir, mucha imaginación. Te visito seguido.
no te perderé de vista.
Saludos a tu staff.
El staff, por llamar de alguna manera al grupo de energúmenos estos, agradece su saludo. No deje de visitarnos y cuenteselo a sus vecinos.
Que pendejo!
Publicar un comentario