El respetable público sabrá disculpar este mutismo que últimamente afecta a este medio de comunicación. Diversos eventos en una dimensión paralela relacionados con monstruos infernales invadiendo una soleada ciudad así como otras prácticas más corrientes tienen a la mayor parte de nuestros redactores distraídos. Esperamos que esta sea la última semana de refrito, o al menos la última en la que se nota tanto.
Y ahora una inocua viñeta que no atenta contra derechos intelectuales, ideas políticas o convicciones religiosas, por lo cual sólo le provocaría alguna sonrisa si lo lee caminando descalzo por un lecho de plumas. Y quizás ni así.
Atentamente la dirección del cotarro.
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