Nuestro Jean-Luc en mitad de un arrebato introspectivo de gran profundidad y, por qué no decirlo, merecedero de una sincera vergüenza ajena. Porque cuando un artista, aunque sea rábano, se sube a las tablas termina hablando de sus miserias.
Pero esas miserias son las de todos, Jean-Luc, no te avergüences. Tu alma de rábano necesita gritar al mundo su banalidad, que es justo la nuestra. ¡A nosotros ni siquiera nos comen! Bueno, a no ser que te coma el tigre tus carnes morenas, pero eso ya es otra coplilla.
Luc: A la coincidencia de nombres se une su sincera comprensión por los demonios que amenazan a nuestro rapsoda. Preocupaciones, a decir verdad, provocadas por el tiempo libre. Pero eso ya es tema de otra obra.
Loquemeahorro: Ni siquiera tiene una crisis alimentaria con su nombre. Lo de este alimento es muy triste, sí.
3 comentarios:
Pero esas miserias son las de todos, Jean-Luc, no te avergüences.
Tu alma de rábano necesita gritar al mundo su banalidad, que es justo la nuestra. ¡A nosotros ni siquiera nos comen! Bueno, a no ser que te coma el tigre tus carnes morenas, pero eso ya es otra coplilla.
¡Y además no lo pueden hacer en tortilla!
¡Cuan triste sino!
Luc: A la coincidencia de nombres se une su sincera comprensión por los demonios que amenazan a nuestro rapsoda. Preocupaciones, a decir verdad, provocadas por el tiempo libre. Pero eso ya es tema de otra obra.
Loquemeahorro: Ni siquiera tiene una crisis alimentaria con su nombre. Lo de este alimento es muy triste, sí.
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