sábado, 3 de febrero de 2007

OJO POR OJO Y LETRA POR LETRA.

GRAVES ALTERCADOS ENTRE ACADÉMICOS SIN VENIR A CUENTO.

Esta mañana el juez Ignacio Poliouretano ha puesto en libertad con deberes ( tendrán que copiar cien veces en un cuaderno “no me pelearé con mi compañero” ) a los dos acusados de los graves incidentes registrados el pasado...ehm...a ver que haga memoria...la semana pasada mi señora tenía médico...pues sí, ocurrió el lunes, disculpen, tengo dispersión de memoria. Durante el transcurso de la Vigésimonósimo Congreso Comarcal de la Ilustre Academia de la Lengua y la Laringe dos de sus más prestigiosos integrantes, Luís Alfonso Babuchas y Susano Juicio ,se vieron envueltos en feroz combate tras abandonar el primero su asientos “como accionado por un resorte”, según los presentes, y la emprendieron a golpes, arañazos, tirones de pelos y dedos en el ojo ajeno. Los allí presentes se apresuraron a separarlos ( aunque alguno dijo aquello de “déjalos que se maten” ) avisando a las autoridades, que acompañaron a declarar a los interfectos al bar de la esquina, al encontrarse la comisaría en plena fumigación de la polilla del uniforme.

Es una de las pocas veces que la noticia viene a nosotros y no tenemos que ir a buscarla de rodillas, ya que un par de compañeros nuestros se encontraban en el establecimiento, realizando una cata de vinos para una conocida revista internacional....vamos...que no cuela ¿no?, vale, se tomaban un poleo menta a medias mientras discutían quien entretenía al camarero para apropiarse de una torta de aceite. Afinaron el oido y apuntaron la declaración en una servilleta de papel. Verá usted, resulta que el prestigioso escritor Babuchas, autor de títulos como...entre otros envió un mensajito mssmsms de esos al interfecto número dos, Susano, prestigioso estudioso de sus cosas y propietario del sillón “Ll, la primera mayúscula y la segunda más pequeñita”. El asunto del citado mensaje telefónico poco importa, el caso es que Susano afirma que el semeaseeses recibido estaba “plagado de faltas de ortografía, gramáticales, léxicas y además cuando quería decir por, ponía una x, cosa que me enervó de los propios nervios”. Abrazado a un agente del orden público con patillas largas y sollozando, musitaba “que nos cargamos el idioma, señor policía”. A su vez, Luís A. Babuchas, frente a su acusador y agredido en grado de “me ha saltado dos empastes”, no se sonroja al afirmar “ eso son calumnias, paparuchas, ni siquiera sé usar un móvil” dicho lo cual hundió su viejo modelo Nokea A-1969 en el café para demostrar su desconocimiento supino acerca de tecnología telefónica sin alambres. “ Esto es una conspiración de los académicos de las minúsculas, que quieren dividir a los propietarios de sillones mayúsculos y hacerse con el poder” gritaba el pobre de don Babuchas a sus ciento trece años, mientra era introducido en el coche policial con una manita protegiéndole la coronilla, que ya bastantes golpes había recibido el el día. Tras ello, un investigador con una tendencia óptica a reunir ambos ojos sobre el puente de la nariz, declaró a uno de nuestros compañeros “es extraño y sospechoso”, mientras ingería un bocadillo de panceta via oral, naturalmente.


Como de siempre fuimos muy aficionados al Cluedo, en la redacción dimos por válida la explicación del acusado, disfrazamos a un compañero de maceta de pasillo y lo enviamos a la Ilustre Academia de la Lengua y la Laringe, que consumido en el aburrimiento no tuvo más remedio que prestar atención, hecho que le sirvió para obtener la confesión de uno de los culpables, del cual no revelaremos su identidad, baste solo decir que es propietario de un sillón minúsculo situado entre la “a” y la “c”. Según su versión “sí, yo envié el mensaje en su nombre, y volvería a hacerlo tras tantos años de menosprecio, tras discutir en tantas ocasiones si las mayúsculas se acentúan o no, provocaremos el caos, enfrentaremos a los mayúculos y le robaremos los sillones bwahahaha”. Tras nuestra denuncia, la policía ha vuelto a dejar a medias la fumigación de la comisaría, ha vuelto a la Ilustre Academia y ha detenido a unos cuantos minúsculos, entre los que se encontraban el intelectual Domingo Nublado, propietario del sillón “h muda”, que a la salida de los juzgados no ha querido realizar declaraciones.


Informaron Anselmo Rebuches y Mariano Tarascada, compartiendo un poleo menta a la limón.

2 comentarios:

Currymaedchen dijo...

está muy mal la R.A.E., es lo que tiene hacer de una herramienta tu vida que al final desbarras

Mr.Incógnito dijo...

Tenga usted en cuenta que se trata de señores por lo general mayores y con bastante tiempo libre...Y que no tienen otra cosa para ocupar el coco, que esa es otra.