DESCUBRIMIENTO HISTÓRICO: UN CAMINO HACIA LA ATLÁNTIDA.

LA MÍTICA CIVILIZACIÓN PERDIDA RECUPERADA AUDAZMENTE POR UN GRUPO DE HISTORIADORES.

El ser humano siempre ha perdido cosas, ¿quién no ha perdido el autobús, una oportunidad, un empleo o un paragüas?, pero en la historia de los despistes siempre se ha recordado el hito de cómo se perdió una civilización entera: la atlántida. Ahora, y gracias a un esforzado grupo de científicos, historiadores, excavadores y algunos curiosos que echaron un cable, el mítico reino de Atlantis puede ser visitado de nuevo.

Pero empezemos por el principio ( porque empezar por la mitad sería un despropósito ). Sisebuto García de la Moña, profesor de Historia en la Universidad Politecnica de Caudalete ( cuna de genios y también de gente normalita ) y que disfrutaba de tiempo libre en su periodo vacacional, se aburría como una morsa asiática en el salón de su casa mañana tras mañana. Harto de programas de corazón, de cotilleos y de teletiendas matutinas, decidió emplear su tiempo en algo medianamente útil, así que decidió examinar su hogar en busca de vestigios históricos, “básicamente para hacer una tesis doctoral por gusto, que no tengo yo ilusión de ser doctor ni nada “ afirma el interfecto. Estando en esa tarea, recibió una llamada ( de la naturaleza ) y se dirigió raudo y veloz al wc de la vivienda. Estando allí, dedicado a sus cosas, y con un tomo gordo de Historia de las Civilizaciones Antiguas y de sus Barrios Periféricos en sus dormidos y hormigueantes brazos, notó una especie de corriente de aire ascendente, una especie de vacío en la cavidad del retrete. Y su mente de científico le avisó de que allí pasaba algo.

Tras adecentarse, se puso en comunicación con sus compañeros del Departamento de Estudios Históricos Histéricos de su propia universidad, que se desplazaron al domicilio de este mismo señor, ataviados con trajes extraños, material de investigación, artilugios de escalada y un tupperware ( marca reg.) con filetes empanados. Horas después, estudiado a fondo el lugar, alumbrados por la llama de dos mecheros y más excitados que un colegial el último día de curso, el grupo hace el descubrimiento: el retrete de Sisebuto comunica directamente con la civilización perdida de la atlántida. Una vez remojado el feliz acontecimiento con sucedaneo de refresco de cola del super de la esquina ( botella de plástico de dos litros ), procedieron a visitar el continente perdido ataviados con el equipo de buceo standard, haciéndose fotos de recuerdo, comprando algunos souvenirs y dejando a uno de los investigadores al cargo de la entrada a la atlántida ( por la parte en la que cubre el agua ). Comunicado el descubrimiento a los medios de comunicación y al portero de la finca en cuestión, el grupo, con unos ahorrillos sacados de un contrabando ilegal que ahora no viene al caso, ha decidido comprar el bloque de pisos ( incluyendo por supuesto el wc ) para reconvertirlo en un parque de atracciones que incluirá la visita a la Atlántida en batiscafo. Bien es cierto que los compañeros de la prensa han preguntado al grupo de esforzados científicos sobre las características históricas y el aspecto de la ciudad sumergida, pero en declaraciones del portavoz del grupo, Ildefonso Baraja Marcada “ es que nos gustaría hablarle de cómo es la ciudad y esas cosas, pero mejor la gente viene a verla y nosotros vendemos entradas. Además, es que tampoco tengo ganas de contarlo “. Agradeciendo el arranque de sinceridad del individuo con nariz este y a la espera de que nos toque el turno en la cola para entrar a EuroAtlántidaWorld Alcaudete, se despide este corresponsal de ustedes agradeciendo la atención prestada y emplazándolos para seguir atentos al desarrollo de los acontecimientos venideros.

Informó Gustavo Macarrón, un señor que habla bastante bien.