CONTROVERSIA PATRIOTERA.
Agencia Bulos Exquisitos.
El compositor Hermann Mayoneso se encuentra al momento del
cierre de edición acorralado en su coqueto ático de la Saranduguemplatz de la
capital Achicoria. Tras días de cómicas persecuciones a cámara rápida por las
calles de la ciudad, un números grupo de prójimos enervados de los nervios
vigilan el más mínimo movimiento de cortinas en el domicilio del músico.
Chupándonos el pulgar y revisando la hemeroteca, Mayoneso
fue el designado para la composición, los arreglos y la coreografía del nuevo
himno Achicorio. El encargo fue propiciado por la caducidad del himno anterior,
cuyos versos eran poco apropiados para estos tiempos de concordia
internacional, comenzando la soflama tal que así: “Achicoria sojuzgará con pie
de hierro a los pueblos enemigos. Todos los pueblos son enemigos de Achicoria
porque no los entendemos cuando hablan y seguro que conspiran.” El remeneo
social comenzó al saberse el precio a pagar por el gobierno al músico: unos
tres mil machacantes la semifusa y un complemento de un cincuenta por ciento
por las corcheas. Se atribuyó lo adecuado del precio a la trayectoria de
Mayoneso, con grandes temas patrios en su haber como “El vals de los
peloponesos”, segundo himno reserva en Magiar Posta y “Tinonino-ninonaní”,
composición que arranca aún lágrimas a los deportistas representantes de la
gran nación de Irrisoria.
En un intento por abofetear las vanguardias y ser sacado a
hombros por las mentes más preclaras de poniente, Mayoneso ejecutó un
arriesgado ejercicio de sinceridad. Su composición fue aprobada en el
parlamento Achicorio por una abrumadora mayoría, que alabaron sobre todo “lo
bien rematados que estaban los frescos del techo, casi pasando desapercibido
los puntos en donde impactaron las flechas de los navajos que asaltaron el
congreso en el setenta y nueve”. Presentada por la Afilarmonikamachicoriëm e
interpretada por el sin par tenor Capuchini, el respetable público no tardó en
rasgarse las vestiduras, botar cual monos en el patio de butacas y organizar un
festival de desmayos de tintes dieciochescos. El himno, del que solo ha
trascendido una breve estrofa, comenzaba con “Achicoria es bonita y tiene mucho
verde silvestre. Pero la que es bonita de verdad es la vecina República de
Cafeterëm. Unas playas sin par y una balanza comercial chapada en...chapada en
oro ( coros ) “
Por lo apretado de su agenda, repleta de maniobras de
despiste para evitar los tumultos, Hermann Mayoneso no ha podido realizar
declaraciones a este medio. Hemos intentado comunicarnos con él a través de
gestos de un lado a otro de la calle, pero no terminamos de captar bien los
matices de sus meneos manuales tras la ventana. Algunos compañeros de la
reunión creen que asegura “estar muy arrepentido, lamentar el malentendido y
asegurar que cesará en su empeño” y otros creen adivinar que intenta gesticular
el título de una película, “Las tribulaciones de un chino en China” para más
señas.
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