viernes, 19 de marzo de 2010

DERECHOS PLANTÍGRADOS.

CONTUBERNIO AEREO AIREA FLAGRANTE DISCRIMINACIÓN.

Aeropuerto Intercomarcal Comandante Palíndromo. Dos pistas, dos ambientes. Jueves día del ejecutivo estresado, copa gratis. Asistolia, ( Antigua República muy Dependiente de la Baja Bajonia ). 12:36 de la tarde. Es el tipo de descripción innecesaria que se hacen en las películas de soldados enfadados y las cotillas de mercería.

Es requerida la presencia del Preboste de la Seguridad del Aeropuerto, que controla los accesos al mismo y los accesos de furia por parte de los damnificados por las diferencias entre el reloj de pulsera del piloto y los viajeros a la espera mientras el aparato aerosustentado no despegue dos palmos del suelo; una vez ahí asegura que la cosa no va con él. Este se persona, visiblemente contrariado, ante la incidencia en el arco gótico de seguridad. Allí dos viajeros han sido retenidos, impidiéndoles hacer el doble combo al conectar con un vuelo a Sant Jaume del Maastrich que tenían pendiente. Estos no dudan en hacer uso de su derecho de protesta, aportando para ello la correspondiente carta del monopily para salir de la cárcel sin pagar, aunque sin recoger las doscientasmil piastras al pasar por salida. Esto no pasaría de ser uno de esos divertimentos que acaecen con frecuencia en esos lugares de paso de almas descarriadas que vienen a resultar los aeropuertos y otros centros de tránsitos como paradas de autobús y colas de la peluquería. Pero se ha vulnerado un derecho fundamental en esta ocasión, amigo y amiga bien informado. Uno de los viajeros damnificados era un ejemplar de oso de medidas reglamentarias y pelaje a juego. Las autoridades le impiden viajar por su condición intrínseca, argumentando razones de seguridad en vuelo, falta de asientos de doble ancho y la posibilidad de que en mitad del vuelo el oso haga efecto velcro en el pasillo central, el carrito de viandas no pueda pasar y aguante usted a la cola del avión, que son los que menos pagan y más piden, piando cual polluelos en el nido con el progenitor en un atasco aviar.

Pero quizás necesiten algunos datos más para hacerse un croquis de situación. Primero: los croquis son resúmenes y no nada de picotear. Centrados en el asunto, el tal oso no es otro que Jean Gaspar, conocido en los círculos artísticos de medio globo, justo donde no cubre, por su obra claramente impresionista. Adscrito a la escuela de Flan Beckenbaüer, tapicero y paisajista donde los hubiere, ha expuesto parte de su dilatada obra en el Carmení Hol, el Museo del Arte Tirando a Raro y el Café de Señoras Asiáticas De Baja Estatura ( antiguo Café Chinitas ) con dispar acogida de crítica y público. Mientras este último admira en la obra del insigne plantígrado su trazo fuerte y decidido, la exploración de los matices de color ( véase su serie “Treinta y Dos Lienzos sobre Un Timbre en Amberes” ) y lo bien rematado que le quedan los marcos, algún crítico que no sabría coger un pincel sin mancharse ha escrito sobre él “No pinta, ofende”. Pero no siempre fue un autor respetado, durante su juventud Jean Gaspar fue conocido como “Bautista, el oso motorista” durante su periplo con el circo Pruso de los Hermanos Calamidad-Minipimer. Esos viajes le dotaron del bagaje suficiente como para ejercer de columnista avezado y crítico cinéfilo en la extinta Cajeros del Cinema al abandonar la actividad circense. Emigró a Nueva Gales del Oeste, por error, para asentarse definitivamente en Venancia. Actualmente última su colección “Setecientas instantáneas de una bicicleta vista de frente”, siendo ese el motivo de su asistencia a la TrigésimoVeinteava Muestra de Artistas de Pincel Finito a celebrar en Sant Jaume del Maastrich, siempre que no se quedaran sin mesa, porque no habían reservado.


Eran buenos tiempos...para las taquillas del chiringuito de los hermanos circenses.

Pese a ser un oso él puede explicar su propia zozobra existencial: “Los caducos ojos de estos alienados han visto mi condición animal y han optado por no seguir pensando” Según su representante, amigo, vecino y acoplado, presente en el momento de los hechos, “tiene el pasaporte en regla y las vacunas puestas todas en el lomo, que usted puede verlas”. Las autoridades aeroportuarias, vista la falta de tacto, han seguido tirando el dado para sacar más excusas, “que usted asusta al pasaje, su peso puede puede escorar el avión, no va a juego con los asientos, y seguro que tiene pulgas como melones de grandes”. Sus compañeros de generación intelectual han firmado un manifiesto de apoyo a los derechos de los osos. Grandes figuras como Marcial Fisgón, Emile de Carbonilla o Francis Panceta abogan por el respeto a las libertades individuales de los citados bicharracos, preguntándose en arial catorce negrita subrayada “si les quitan los derechos a los osos, ¿quiénes serán los siguientes? ¿dramaturgos lemures?¿cineastas topo?¿misántropos con bigote?”

Servidor sólo les deja un dato para su reflexión. No es raro ver señores con la espalda peluda que gozan de todos sus derechos, nómina domiciliada, plaza de párking y tdté a pilas. Sin ir más lejos servidor vió uno de esos en una sauna turca y los allí presentes no se escandalizaban.Pero lo ví desde la calle, yo a sitios de eso no entro...


Informó, opinó y les dejó deberes de pensar Bob Exponga, galerista amigo de los niños.

2 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Es lo que pasa en este país, que no se respeta a los artistas y sí a los señores con espalda peluda que buscan trabajo en una obra, solo para poder quitarse la camisa a las primeras de cambio.

¡Todos con Bautista!

Mr.Incógnito dijo...

La ferrea defensa que usted expresa a favor del libre discurrir de juntaletras y rascabandurrias hace a esta redacción y a otros organismos con desánimo de lucro llorar de emoción, abrazados cual jubilados vencedores en final regional de petanca.