domingo, 19 de agosto de 2007

SUEGRAS EN LAS ESTRELLAS.

REVOLUCIONARIO PROGRAMA AEROESPACIAL PARA LA SEÑORA MADRE DE SU CÓNYUGE/CÓNYUGA.

Parapetado tras el anonimato proporcionado por la internete, señora o caballero, ha de admitir que usted esperaba esta noticia como agua de mayo. El final de las malas caras en la paella de los domingos, el ocaso del refunfuñar de fondo a todo lo que a usted se le pasa por la epiglotis. La AMEN ( Agencia Mediadora Espacial Nacional ) en colaboración con esa otra empresa pequeñita americana que se dedica a lanzar gente al cosmos pone a disposición de todo aquel que lo solicite un programa de selección, adiestramiento y reparto de misiones peliagudas a todos aquellos que quieran poner a su señora suegra a disposición de la citada agencia.

¿Es esto peligroso?” Será la primera pregunta que se cruze por su cabeza...después de resolver la cuestión que realmente le inquieta a usted “¿esto cuesta dinero?”. Gregory Pastrami, tripulante del Apolonio 27 ( mantuvo la nave al ralentí en las proximidades de la luna en verano de 1971 ) y actual encargado del tema le responde: “Es un programa sin coste alguno. Usted nos presta a su suegra un tiempo, la entrenamos y vemos si es apta para el programa. A usted no le costará nada y le regalaremos una réplica a tamaño 1:24 del transbordador Paquito 6 y un peine verde.¡Yo ya he apuntado a la mía!” declara lleno de gozo dando saltitos por el pasillo.

Tras el entrenamiento de dos semanas en las que se familiarizarán ( vaya palabro para teclearlo oiga ) con el funcionamiento del artefacto aeronautico, así como los cierres de velcro (tm), obtendrán un cupón. Si los tres últimos números coinciden con el resultado del sorteo de la PONCE de una fecha cierta que ya le comunicarán a usted ( no me sea impaciente ) su suegra formará a pasar parte de la tripulación del Astrosuegra 1.

Los hipotéticos marcianos ( nota: esta redacción no afirma en ningún momento la veracidad del fenómeno ovni o de eurovisión ) sufrirán en sus carnes, en su base de silicio o en lo que sea que tengan sobre los pies ( en caso de tenerlos ) los furibundos ataques de su señora suegra cuando visiten un planeta al que no han pasado la mopa. Este aspecto es el que más ha hecho mordisquearse las uñas a más de uno. Las autoridades de la AMEN y la otra filial, la Nasal creo que la llaman, ya han hecho declaraciones tranquilizadoras al respecto: “si los marcianos nos invaden por esto, cosa que por otro lado tendríamos merecido, por lo menos nos asomaremos a la ventana y veremos un espectáculo gratuito, que la tele últimamente anda fatal”. La Asociación de Inquilinos que Dan al Patio (AIDP) han solicitado a los marcianos la invasión de los tendederos comunes para ver algo ellos también, que siempre se quedan a dos ascuas.

En principio ninguna de estas señoras ha protestado en manera alguna. Debe parecerles estupendo ventearse una temporadita y perder de vista a ese/a yerno-nuera ( táchese lo que no proceda ) que la saca de sus canales. Así que por una vez, todos contentos. Menos los saxofonistas, vaya usted a saber por qué.

Otros programas Iniciados por esta Institución que podrían ser de su interés:
Envío de cuñados gorrones a las profundidades del amazonas a buscar el Santo Grial.
Excursiones de vecinos ruidosos al XXVII descenso de Tontos en Canoa.

Informó Antoñito Hilambres desde el sillón de su casa teléfono en ristre.

2 comentarios:

Luigi dijo...

Apreciado Mr. Incógnito,

Me asaltan dos dudas. La primera es si hay forma de acortar el ciclo de formación, ya que mi suegra ha anticipado su regreso de su periplo siberiano y la situación es insostenible.
La segunda es si tienen contemplado vajes en tandem, pues así podría colocar la la hija de mi señora suegra y así gozar de un tanto de tranquilidad merecida.

Suyo afectísimo,
Luigi

Mr.Incógnito dijo...

Estimado Sr. Luigi:

El periodo de adiestramiento puede acortarse si usted no considera indispensable el regreso a la tierra de la susodicha suegra.

Existen a su disposición transbordadores con copiloto e incluso asientos traseros, por si le apetece añadir un vecino o algo.

Agradecemos su interés.