INVESTIGACIÓN MUY PROFUNDA DE UN HECHO QUE NUNCA SE DIO A CONOCER.
Primavera del año 1972. Este país está aún en unos tiempos de incomodidad corporal para unos, por estar un poquito apretados por las autoridades. Este medio, que es una cosa de mucha informacion muy seria con gotitas de humor no es partidario de meterse en profundidades políticas, principalmente porque no nos vemos capaces. Ustedes ya saben como andaba el tema por aquellos tiempos pasados y si no, pregunten. Pero el tema, el asunto peliagudo que nos trae aquí es otro. Bartolomé Piños de Fauces, Ministro de Asuntos Propios durante la friolera de mes y medio, desapareció una mañana de camino al Congreso, y nunca más se volvió a saber de su persona. El gobierno, que no era amigo de contar todas las cosas que se le ocurrían con el fin de no aburrir demasiado al personal, dio carpetazo al tema y no se comentó aquello ni a la hora del café. Hasta ahora. Rebuscando entre papeles antiguos y facturas de la luz atrasadas esta santa casa puede contar la verdad ( salvo algunos trozos que nos inventaremos por darle intensidad dramática al tema ).
Madrid.18 de Abril de 1972, nueve y pico de la mañana. Humedad del ambiente del 70%. Don Bartolomé asoma su cuerpo por el portal de su edificio tras saludar al portero, que al ser automático no le devuelve el saludo. Se ajusta sus anteojos al puente de la nariz y recorre con su aguda mirada la calle del Marqués de Bizcochera de la capital. Con pánico, horror y desazón constata el espacio vacío en la calzada que deberían ocupar el coche oficial del ministerio con su correspondiente chófer . No habiéndose visto en tal situación en toda su vida, faltando unos treinta años para la difusión del teléfono móvil y sin gana alguna de volver a casa para usar el teléfono, decide que ya a sus edades es capaz de manejarse por sí mismo y llegar al Congreso. Grave error.
Congreso de los Imputados, unas horas más tarde. Todas las personas bajo ese techo que años después acribillaría un señor con mostacho en unos momentos de apuro esperan la llegada del ministro, que debía leer unas cosillas de nula importancia. El señor que mandaba se disgusta unos instantes y manda a llamar al domicilio del ausente. La señora con rulos de la casa declara bajo su responsabilidad que el susodicho señor ya se ha marchado. Se comunican con una amiguita del tal Bartolomé, que tampoco sabe nada de él desde el último congreso celebrado en Villahoyos del Monte. Llaman al chófer a preguntarle ciertas cosas a la luz de un flexo, declarando este que pasó a recogerle a la hora de siempre, que este señor debió madrugar más de la cuenta y largarse a pata. Estaba en lo cierto.
En ese mismo momento, y ante el escaparate surtido de la mercería Nuestra Señora de los Corchetes, el aturdido ministro tiene nula idea de su lugar en el mundo. Poco acostumbrado a desplazarse por sus propios medios, observa el trasiego de personas sin atreverse a preguntar. Mira a lo que él cree que es el norte y con paso firme y decidido, pone rumbo al sur. Entre tanto fuerzas y cuerpos con patas de seguridad del estado se ponen manos a los guantes a buscar a este hombre, mientras el ingenuo fugitivo atraviesa una antigua calle de Toledo rumbo a Despeñaperros. Su pista se pierde en la Venta Ajoporro en la Nacional 2 a su paso por Carcuellamos, donde se dice que tomó un café con leche y dos terrones y preguntó si iba bien para el congreso, recibiendo un sonoro “gñe” por respuesta por parte del ventero.
Se pierde como lágrimas en la lluvia y nadie nunca da aviso de su panadero. Se le sustituye en el cuerpo diplomático y conjeturamos que se entera de los diversos cambios en la nación a traves de un transistor a pilas en algún lugar de la geografía patria. Este señor sigue aún perdido en la actualidad. Si cree haberlo visto y/o lo encuentra, deposítelo en una comisaría u oficína de objetos perdidos, porque hay personal que lo aún lo busca por pura cabezonería. Buenas tardes.
Informó Marcelino Infusión de Almendras, experto en política de la de antes.
Página de la revista de información “La actualidad y sus cositas” de la época que nunca vió la luz y hemos rescatado valerosamente.
12 comentarios:
"Poco acostumbrado a desplazarse por sus propios medios, observa el trasiego de personas sin atreverse a preguntar" juasjuasjuas ¿te acuerdas de mi post verídico del tio en el metro que me preguntó ¿la linea 10 va a todas partes o a ninguna??. El ministro se perdió en el 72 y este era mayorcito así que si aun le duran las pilas es muy probable que me cruzase con él, vaya que rabia, si lo hubiese sabido. Aaaai si es que hay gente que no se la puede dejar sola en la calle.
¿Tiene ese señor alguna relación familiar con los Moratinos?
A la primera cuestión, creo sinceramente que hemos dado con el señor en poco tiempo. Alertaremos a las autoridades...y por supuesto que me acuerdo de aquello, aún hoy me repito la pregunta en plan duda filosófica.
No, que sepamos no guarda relación de consanguineidad con este señor.Otra cosa es que se conozcan, eso sí lo vemos posible.
Como añadido, y para no publicar un post con cosas de funcionamiento interno, pasamos por una racha de problemas informáticos variopintos, debidos todos ellos en nuestra opinión más insconsciente, a una broma por parte de los chicos de la compañía de electricidad Espesa. Esperamos que estos problemas no influyan en el natural discurrir de esta, su página de información.
si lo llego a saber .... hace 5 años me lo encontré en despeñaperros, yo también estaba perdida buscando mi casa y al preguntarme por el congreso yo le mandé a Melilla porque pensaba que estaba allí ... para que su señora se tranquilice yo le ví de buen aspecto e iba con una rubia imponente del brazo que se encontró de camino al congreso. La rubia buscaba un tinte con el que no le picara el cuero cabelludo.
Pues en opinión de los irresponsables de costumbre, no ha tranquilizado demasiado a su señora, que dicho sea de paso, hace años que se buscó su propio plan.
Eso sí, gracias por la información, estamos casi a punto de dar con su panadero.
No es la primera vez que la Venta Ajoporro de la nacional 2 se ve envuelta en sucesos y desapariciones extrañas.
Investigaremos la denuncia de la forma pertinente. Gracias por el aviso.
Bah. Esto no es más que un trasunto de la famosa desaparición de 120 ministros franceses en el célebre caso "la disparition de 120 ministres", que también tuvo su réplica, más contundente aunque con un aire más alocado, en la alemana: "Das Verschwinden von 121 Ministern", donde los 121 ministros desaparecían en un pasillo lleno de potitos y zapatillas de ballet (nótese la aguda crítica social).
Menuda tontería de cargo, ministro de asuntos propios. Que paguemos a alguien por llevar sus propios asuntos es algo que no me cabe en la cabeza.
Parece menterio toda esta historia, pero lo mejor de lo mejor es estar en panadero desconocido, yo quiero estar en panadero "La fama" desconocido que hacen pasteles de carne muy buenos.
No puedo pronunciar panadero sin reirme...
¿No era aquel que hace años preguntaba desde el tubo catódico aquello de "¿Y el Madrid qué...? otra vez campeón de Europa, ¿no?" en un anuncio? Cualquier día un cazafreakies saldrá en el tomate exclamando "¡¡Lo he visto, está vivo!! Me crucé con él en el supermercado"
Vayamos por partes, que se acumula el trabajo. Hemos vuelto, si, no se había notado mucho la ausencia, pero hemos estado en una dimensión paralela en la que no existen ordenadores ni nada. Lo dicho, hemos vuelto.
Primero: lo de este señor ya no tiene nombre, queremos documentación, papeles o en su defecto cintas de ocho milímetros, porque va a parecer que nos inventamos las cosas.
Segundo: Ministros con cargos tontos no hay, porque son necesarios, pero no me diga usted que algún viceconsejero del subdirector del consejo de gobernación no sobra por aquí.
Tercero: Panadero desconocido, dícese de aquel lugar en el cual no hay ninguna panadería confitería de guardia por los alrededores.
Cuarto: Ya tenemos más pistas, puede ser una muy fiable. Y si un cazafrikis sale en ese programa (...) que usted menciona, queremos nuestra parte de la fama.
Y ya está, procuraremos estar más atentos a los lectores...y algún dia contaremos de las jocosas aventuras que sucedieron en dos días sin soporte informático.
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