INVASIÓN DE ELEMENTOS DE MARCADO CARÁCTER INDIO.
Usted y yo sabemos que las relaciones belicosas
internacionales se mueven al ritmo de temporadas, coincidiendo la mayoría de
las veces con los 9 días de bronce de Galerías Taranganas. Este año no íbamos a
ser menos y si a usted y a su gabinete le apetece vamos a montar una buena
batallita con fusiles de repetición, tanquetas y sidecars. No obstante tenga en
cuenta que para curarnos en salud las balas las vamos a dejar en casa.
Lo primero a acordar es si vamos a pegar o vamos a hacer
como que nos pegan. Nuestro consejo es optar por la segunda vía, es mucho más
cómoda. Además, empieza la buena época de calores y pantalones cortos y no es
plan de irse a lugares más incómodos a hacer ruiditos de disparo con la boca.
A falta de que ustedes lo aprueben y matasellen le ofrecemos
una excusa buenísima para sacar los vehículos camuflados a la calle. Vamos a
hacer creer a la opinión pública que se acerca una invasión india a nuestra
isla de Pepitoria. El teatrillo de operaciones tendrá los siguientes actos:
1.No será difícil hacerse con imágenes de pieles rojas con
gesto serio remando en piraguas de piel de búfalo, teniendo en cuenta el
caprichito que tuvo la industria del cine por ponerlos de malos durante años.
Lo pasamos en las noticias de las nueve antes del número del cupón y la alarma
ya irá creciendo sola.
2.Daremos la alarma y ordenaremos la movilización de todo
camión que transporte cítricos, botas de pie izquierdo, cuentos troquelados y
cualquier otra mercancía. Les obligaremos a posicionarse en el paseo marítimo
que circunda la isla como escudo protector y primera línea de defensa. Los
propios conductores, temerosos, estarán encantados de hacer de vigías. Para que
no se duerman un par de voluntarios pasarán cada hora a medio kilómetro de la
costa a bordo de una piragua haciendo el grito de guerra.
3.La vigilancia mutua durará un periodo de 72 horas. Durante
ese tiempo la población se olvidará de otros detallitos sin importancia y dará
la oportunidad única de esparcir culpas fuera de nuestras fronteras. Nos vamos
a asegurar, eso sí, de que los indios reales no se lo tomen a mal. Disponemos
para ello de un cajón lleno de bisutería y un cargamento de agua de fuego de
garrafón.
4.Escenificaremos una rendición delante de la Delegación del
Desgobierno de la isla. Vamos a aprovechar que el espectáculo “Indians on Ice:
the musical” se encuentra de gira por el país vecino. Se fumará pipa de la paz,
se celebrará una chocolatada y los actores harán un par de bailecitos
aparentes, dedicados al dios Maniusted.
Le sugerimos esta línea de ataque falsa, con dos indios pequeños en las puntas y otros dos más grandes repartiendo el juego en el centro de la isla. |
Si lo aprueba le pasamos el presupuesto. Si no le viene muy
mal, preferimos transferencia por Pony Express en billetes sin marcar.
Acabo de ver un chalecito la mar de coqueto en la República
Impopular del Boogie Boogie. Tiene seis chimeneas y medio cuarto de baño. ¿Qué
tal va mi traslado a pastos más verdes? A ver si me cambian ya de destino, los
espías extranjeros de por aquí se conocen ya todos mis bigotes de pega. Saludos
a su mujer de usted.
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