domingo, 26 de febrero de 2012

RADIO 71. SU RADIO MUSICAL ESCRITA.

DEL EQUIPO DE EXPERTOS QUE LE TRAJO “DOS OÍDOS IZQUIERDOS”.

Existen dos o tres formaciones musicovocales que se encuentran en las raíces de todos los grupos que pasan en fila india por las radio-fórmulas. En una reciente entrevista, el grupo de metal muy pesado Martillos Perfumados confesaron a los medios todo lo que le debían en inspiración y bebidas alcohólicas a los integrantes de The Sepia-o-Tones. Días después el compositor de bandas sonoras bajitas para melodramas de mediodía Umberto Tocinotte coincidía en este homenaje a la banda, la cual dice que le inspiró para la premiada sintonía del spot de cafés solubles La Brea. Desde entonces todo el que rasca una guitarra ha venido a comentar lo mismo en parecidos términos. Sabemos que este mercado va por impulsos inexplicables, como si se tratara de un rebaño de sardinas en alta mar, y esta imagen nos viene que ni pintada y enmarcada para hablar de este grupo.



The Sepia-o-Tones está compuesto por Marty Jibio, Adam Jibio y McChoco. Aunque en principio el arreglista Eddy Hamiltony les ayudó con los arreglos, una red de arrastre terminó abruptamente con su relación creativa. “En cada disco introducimos un tema a su estilo. Su aportación nos unió y creemos justo hacerle un homenaje en cada trabajo, aunque también es verdad que no repartimos royalties con los herederos. Nada, que somos así de malotes”. Marty y Adam Jibio son hermanos y comenzaron a tocar en arrecifes de coral de dudosa reputación, lo que les llevó más de una vez a poner aletas en polvorosa. Comienzan sus destellos en el escenario con temas muy frescos, lo que llamó la atención de algún ojeador y de varios palangres. Ficharon por el sello Neptuniano Records con unas condiciones inaceptables “había que empezar por algún sitio, no teníamos nombre pero sí un tridente apuntándonos. Así que nos apuntamos” comenta Adam. Su primer gran éxito “Expanding Seas Monkeys” les lleva a recorrer clubes de primera. Actuando dentro de una pecera apasionan a un público ávido de hip-hop, cansados de la muñeira new-age que capitaliza todos los altavoces de la escena musical. Sus innovadoras técnicas de mezclas y su arriesgado sonido, propio de los delfinarios internacionales más influyentes les lleva a la fama de manera meteórica.

Estallará entonces la primera pelea seria entre los hermanos. Marty quiere grabar “Just sink it”. Adam lo ve como un ejemplo de continuismo, y quiere arriesgar la fórmula con “Sw-swim it out”, con arreglos de big band, pistas de electrónica experimental y haciendo incapié en las mezclas de mesas múltiples con tentáculos. Cancelan la grabación de su tercer single y Neptuno inaugura su tercera úlcera. Aparece McChoco, un meritorio técnico de sonido con talento para estar ante los micrófonos. “Lo encontramos en una subasta, en una caja llena de hielo. No nos dijo entonces como acabó allí y ni hoy en día lo sabemos. Personalmente creo que fue por un desengaño”. 

El recién incorporado pondrá la paz necesaria entre los talentos de sus hermanos y de su colaboración nace “Don´t sink, just swin”, su gran éxito que le brindará el paso por la alfombra roja de los Transoceanic Music Awards. Desde entonces remontan la corriente.

Con la salida de su último disco, “She-fish in hi-fi” vuelven a soprender a su público y a subir a la barca a nuevos adeptos. Chavales que niegan haber visto una sepia en su vida vibran al ritmo del grupo, en algunos casos acudiendo a conciertos junto a sus padres. En un momento de especial inspiración el disco, además del single, ofrece temas potentes como “Shake the shark”, arriesgados experimentos casi psicotrópicos como “Long distance sea with no stars in the waves” y divertimentos gamberros como “Abordaje!”.

“Los conciertos nos cansan, pero a la vez el contacto con el público es incomparable, aunque nos separe un cristal reforzado y lo vemos todo en tonos verdes” Declara Marty. Adam, el espiritual del grupo, comenta “Flotamos en dos dimensiones, nuestros cuerpos y nuestras almas, con la respuesta del público. Pero en ese flotar bidimensional nuestros cuerpos experimentan las tres dimensiones naturales y otras subyacentes. No sé si me explico, es un rollo muy personal”. McChoco asiente en su acuario privado. “Estamos consiguiendo un sonido de ultramar a nuestra edad. Es increíble. Aún vamos a mover las aletas mucho tiempo”.

The Sepia-o-Tones actúa proximamente en el Sónar de Profundidad y en el festival Siren Rock in Sea. Los aficionados al grupo no pueden perderse el especial de dieciséis páginas que trae este mes la revista Molusrock Deluxe.

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